Camino de la Migraña – Christine Bergene
Soy una mujer de 24 años nacida en Minneapolis, MN.


El Historial de MI Familia con las Migrañas
Me diagnosticaron migrañas cuando tenía 8 años. Desde entonces se han convertido progresivamente en migrañas crónicas diarias. Una conmoción cerebral en 2016 me dejó con una migraña permanente desde entonces. Las migrañas están presentes en casi toda mi familia. Mi hermana, mi madre, mi abuela materna y todas mis primas tienen migrañas. La mayoría de ellas se la controlan con un preventivo y responden bien al Sumatriptán. He probado casi todos los tratamientos de primera/segunda/tercera línea y de venta libre disponibles, y he consultado a innumerables centros médicos, incluida la Clínica Mayo, y no he encontrado alivio.
Mis Desencadenantes y Mis Síntomas
Los míos no están tan controlados. Mis dolores de cabeza diarios son desencadenados parece ser que por cualquier cosa y es bastante difícil de lidiar con todo. Las luces brillantes, los olores, los sonidos, la sobrecarga sensorial, el estrés, el clima, hablar demasiado fuerte, la exaltación y todo lo demás parece desencadenarlas. Incluso si ninguna de estas cosas sucede, las migrañas aún llegan. Vienen en diversos grados. Con algunas migrañas puedo continuar trabajando pero con sensibilidad a TODO. En otras ocasiones, estoy tendida en el piso tratando de no llorar porque eso solo empeora las cosas.
La Gente a mi Alrededor
Mi familia y mis amigos son increíbles. Los llamo frecuentemente para que me recojan del trabajo o me lleven al consultorio médico. Dejan todo lo que están haciendo para ayudarme. Para alguien a quien NUNCA le ha sido fácil pedir favores, las migrañas definitivamente me han enseñado que a la familia y a los amigos les gusta ayudar cuando pueden. No hay mucho alivio que alguien pueda brindarme, por lo que ser capaz de ayudar de esta manera es bueno especialmente para mis padres. Además, SIEMPRE han entendido cuando cancelo planes a último minuto, o respondo con respuestas cortas porque hablar es demasiado doloroso y muchas cosas más. Tener apoyo es crucial para poder continuar con la vida de la manera más normal posible.
Al trabajar en un entorno de atención médica, descubrí que los compañeros de trabajo y los jefes son mucho más comprensivos y solidarios una vez que les explico mi vida diaria. Inicialmente, sentí que no entendían y no les importaba, pero luego me di cuenta de que simplemente no lo sabían.
Educarlos y sincerarme con ellos es la clave de mi éxito en el trabajo. (Para alguien que tiene problemas para hablar de sí misma, este fue también uno de mis descubrimientos más difíciles).
Los Efectos de la Migraña en mi Vida
Logré terminar una Maestría mientras trabajaba a tiempo completo en una farmacia para terapias de infusión. Muchos ven esto como si las migrañas realmente no me hubieran incapacitado demasiado. Este «éxito» vino gracias a montones de apoyo, sacrificios y luchas. He sacrificado casi toda mi vida social porque simplemente no tengo el tiempo o la energía para pasar tiempo con la gente. Tengo una cantidad limitada de energía y la mayoría se gasta en el trabajo y las tareas simples para cuidarme (lavar la ropa, lavar los platos, cocinar alimentos saludables, hacer ejercicio). He perdido innumerables clases, tareas, exámenes y reuniones debido a mis migrañas crónicas severas. Algunos profesores son extremadamente comprensivos, pero otros han bajado mis calificaciones con puntos completos por faltar a clases.
Lo Que He Intentado
He probado casi todos los medicamentos posibles. La lista que tienen los médicos para la primera cita, con la que preguntan lo que han intentado los pacientes, queda completamente marcada. Los betabloqueadores han sido mis mejores opciones, pero siendo una mujer sana de 24 años, bajan mi presión arterial cuando alcanzo la dosis efectiva. Algunos de ellos también tienen extraños efectos secundarios, como las alucinaciones nocturnas.
En cuanto a los métodos no medicinales, probé una dieta de descarte y no encontré desencadenantes. Eliminé la cafeína y luego la volví a agregar. Una taza pequeña todos los días a la misma hora parece ayudar un poco.
El ejercicio/yoga me ayuda con mi dolor de cuello y me hace sentir mejor, incluso si las náuseas y el dolor todavía están presentes. Este ha sido uno de mis éxitos más recientes. El ejercicio DIARIO, incluso si es una caminata hasta la señal de pare con un balde para vomitar si lo necesito, ha sido TAN útil. (Además, hay innumerables beneficios de salud para hacer ejercicio que todos podemos usar, ¿no?)
Así mismo, me he vuelto seguidora de los hábitos de sueño. Encuentro la hora más temprana en que necesito estar despierta y configuro mi alarma para que suene a esa hora (+/- 10 minutos todos los días). Me voy a la cama a la misma hora, y tengo todos mis aparatos electrónicos configurados con ese extraño tinte amarillo (porque, seamos honestos, no puedo cortarlos 2 horas completas antes de acostarme).
A veces las duchas muy CALIENTES ayudan con mis dolores de migraña. (No estoy segura del por qué, pero al menos se siente bien).
Algunos Días se Pone Insoportable
A menudo reviso frases célebres y las recuerdo para estos tiempos. No estoy sola. Hay tantos otros pasando por cosas peores. Esto también pasará eventualmente.
Algunos Consejos para Mis Colegas Migrañosos
Mi consejo es hablar con otros sobre el dolor por el que están atravesando. Expliquen lo difícil que es levantarse todos los días y volver a hacerlo, expliquen los diferentes tratamientos que han probado, explique la desesperanza y el miedo que todos sentimos, expliquen los sueños que tienen.
Todos están pasando por algo de lo que nadie sabe nada. Cuanto más compartimos entre nosotros, más sentimos que las personas entienden.